Las garrapatas viven en la vegetación esperando el paso de un hospedador para alimentarse. Cuando no tienen suficiente provisión de sangre mueren por inanición.
Se alimentan de la sangre y detritus celulares del hospedador en el cual se enganchan mediante sus piezas bucales, secretando sustancias histolíticas (destruyen los tejidos).
Afectan en gran medida a los perros y pueden encontrarse en cualquier zona de su cuerpo aunque tiene predilección por las zonas con piel fina como son las orejas, espacios interdigitales, axilas y región inguinal.
Cuando tiene el suficiente alimento (sangre del hospedador), las garrapatas caen al suelo donde ponen millones de huevos durante dias e incluso semanas.
Estos huevos se depositan en grietas de las paredes o entre las piedras y dependiendo de la temperatura externa pasaran de ninfa a adulta y vuelta a empezar el ciclo en un hospedador.
En España existen cinco tipos de especies que pueden afectar a nuestras mascotas y se distribuyen geográficamente dependiendo de la temperatura y humedad de cada zona.
En el interior de la península, la región en la que vivimos, encontramos principalmente dos especies:
- Rhipicephalus sanguineus.
- Ixodes ricinus.
Estos parásitos no solo se alimentan de sangre y producen pápulas (bultos) en el lugar donde pican al hospedador. También pueden actuar como vectores transmisores de diversas enfermedades.
Las más frecuentes son:
- Babesiosis.
- Ehrlichiosis.
- Enfermedad de Lyme o borreliosis.
Los síntomas que podemos apreciar en nuestros perros son:
- Fiebre.
- Dolores articulares.
- Anemia.
- Linfoadenopatía.
- Esplenomegalia.
Por ello lo ideal es que nuestra mascota no llegue a tener NUNCA garrapatas . Para controlarlo existen numerosos antiparasitarios en el mercado.La idoneidad de cada uno varia en función de los hábitos de cada paciente, de su tipo de pelo, alergias asociadas etc.