Una de las enfermedades infecciosas y zoónoticas (que se transmite al hombre) más frecuentemente diagnosticada en nuestra clínica diaria es la LEISHMANIOSIS. Tal es su gravedad que en Castilla – La Mancha es una enfermedad de declaración obligatoria
Se transmite a través de la picadura de un mosquito llamado FLEBOTOMO. Este mosquito es de 2-3 mm de tamaño y su color es ocre amarillento.
El riesgo de contraer la enfermedad en nuestro entorno es en los meses cálidos, de abril a septiembre normalmente, aunque se puede alargar si la temperatura es alta en octubre.
Los SINTOMAS son muy variados, pero los más frecuentes son:
– Onicogriposis (crecimiento anómalo de uñas)
– Seborrea, descamación, hiperqueratosis nasal, caida masiva de pelo…
– Epíxtasis (hemorragia nasal).
– Linfoadenopatía localizada o generalizada (inflamación de gánglios)
– Adelgazamiento, atrofia muscular, anemia.
– Otros derivados de las alteraciones renales y hepáticas que causa el parásito.
– Lesiones oculares como conjuntivitis, blefaritis (inflamación de los párpados), uveitis, queratitis…
El diagnóstico se basa en la realización de una prueba laboratorial con sangre del paciente que nos indicará el grado de afectación del mismo.
TRATAMIENTO
Se puede tratar mediante inyecciones periódicas o de forma oral mediante comprimidos en casa. Esta última opción, que además ofrece muchas garantías, es nuestra primera elección, dejando los inyectables para fallos terapéuticos.
Hay que realizar seguimientos periódicos durante toda la vida del paciente.
PREVENCION
Esta es la parte más importante de la enfermedad y la más difícil de conseguir.
- Vacunación anualmente.
- Chequeos mediante test.
- Antiparasitarios repelentes de la picadura de mosquito. (collares, pipetas, sprays…)
- Evitar la actividad al aire libre de los perros durante el amanecer, el atardecer y la noche.
- Evitar el acceso de los perros a zonas en las que suele encontrarse el mosquito como basureros, alcantarillas, cuevas, aguas estancadas, zonas arenosas.
- Utilización de telas mosquiteras y repelentes de mosquitos en las viviendas.
CONCLUSION
Desde hace 25 años, cuando empezamos a tratar a nuestros primeros pacientes de Leishmaniosis, a la actualidad se ha avanzado muchísimo tanto en tratamiento como en prevención.
Los perros que ya se han contagiado y están en tratamiento, salvo en casos excepcionales en los que el riñón esté muy afectado, mejoran rápidamente y se mantienen con una calidad de vida excelente durante muchos años.
La vacunación, la cual llevamos realizando 6 años, ha evitado el contagio de numerosos pacientes, algunos de mucho riesgo puesto que viven en el campo.
También los antiparasitarios han mejorado sus formulaciones y aunque no son 100% eficaces, ayudan a controlar la enfermedad.
Nuestro equipo, siempre comprometido con la formación, no deja de estar al día en esta y otras enfermedades para mejorar la calidad de nuestros tratamientos. Estamos muy satisfechos con los resultados que obtenemos con respecto a la leishmaniosis.
Por todo ello, NO ES NECESARIO EL SACRIFICIO DE UN PERRO UNICAMENTE POR PADECER LEISHMANIOSIS. Consúltanos.