Es una enfermedad inflamatoria oral crónica que puede presentarse en forma de inflamación, ulceración o la fase más grave con aparición de granulomas.
Afecta a los tejidos blandos de la boca, ya sean encías, mucosa oral, lengua…
Es muy dolorosa y frecuentemente el gato que lo padece deja de comer por el dolor. Pueden presentar ptialismo (babeo), halitosis (mal aliento), agresividad (debida al dolor) y por supuesto anorexia.
Las causas pueden ser múltiples y en muchas ocasiones pueden estar implicados varios virus. El más frecuente es el Calicivirus, pero también pueden ser gatos positivos al virus de la Leucemia felina, Inmunodeficiencia y Rinotraqueitis
La formación de placa bacteriana y la alergia alimentaria también pueden ser causas de la enfermedad.
El pronóstico es reservado, sobre todo si son positivos a algún virus, ya que solo se pueden paliar las infecciones secundarias y controlar el dolor, así como realizar limpiezas de la placa bacteriana.
En casos muy graves y avanzados se procede a la extracción de las piezas dentales, intentando preservar los colmillos.
CONCLUSION:
Cada vez llegan a nuestra consulta más gatos que padecen esta enfermedad, entre otras cosas, porque el número de abandonos y gatitos callejeros está subiendo de forma espectacular. Esto hace que haya mucho contacto entre ellos y se transmitan enfermedades víricas, parasitarias y bacterianas.
Debemos concienciarnos de que si adoptamos un gato, debemos esterilizarlo, seguir su calendario de vacunación y desparasitación, ya que son animales muy sensibles que necesitan unos cuidados muy especiales.
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